Si ayer teníamos a los felinos juntos, hoy toca hablar del mayor de los dos.
A Pivo fuimos a recogerlo a un pueblo en Enero de 2014. Era un callejerín que se hacía querer miagando a las puertas de las casas para que le dejasen entrar y subirse en el sofá. Según el veterinario, tendría de aquella entre 3 y 4 años.
En casa fue el rey hasta que 8 meses después llegó el pequeñajo… pero eso lo veremos mañana