Guimaraes es una pequeña y preciosa ciudad medieval, en la que como resultado de la batalla de San Mamede, El infante Henriques superó a su madre y años después se convirtió en el primer rey de portugal. Por ello, es considerada la cuna de Portugal.
Además, desde 2001 es Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
Es una ciudad para pasear sin rumbo, sin prisa, para perderte por sus calles y disfrutar de los rincones que te vas encontrando.
En los límites de la ciudad, nos encontramos el Palacio de los Duques de Braganza (Siglo XV) y el Castillo de Guimaraes (Siglo XI). Ambas visitas son muy recomendables.
Y para comer/cenar, sin duda, la Taberna Trovador, comida típica portuguesa para tapear rico y abundante y muy bien de precio. Y quizás, el mejor bacalao que he probado, y van unos cuantos…