Si ayer hablábamos de las grietas, hoy toca hablar de otro paisaje geológicamente muy curioso que hay en Lanzarote: la Rofera de Teseguite, frente el Barranco de las Piletas . Este sitio encarna una tradición centenaria de extracción y uso del rofe, un recurso natural que ha moldeado la historia y la identidad de la comunidad local.
El rofe se extrae de los conos volcánicos que lo contienen, por lo que a estos particulares lugares se les llama roferos o rofera, algunos de los cuales pasan a formar parte del paisaje característico de un lugar, tanto por sus colores como por su degradación.
El rofe es la ceniza volcánica sedimentada fácilmente erosionable, modelada por el viento que se extrae de los conos volcánicos. Se usa como capa superior de un terreno cultivado ya que tiene la capacidad de retener la humedad atmosférica y protege las plantas del sol además de evitar el crecimiento de las malas hierbas.
La extracción del rofe es un proceso laborioso que ha sido transmitido de generación en generación en Teseguite. Se utilizan herramientas tradicionales para extraerlo a mano, respetando la tierra y garantizando la sostenibilidad de este recurso. La técnica requiere habilidad y conocimiento y ha sido perfeccionada por la comunidad local a lo largo de los años.