El precioso entorno del Delta del Ebro es conocido por su rica biodiversidad y su producción de mariscos de alta calidad, sobre todo las ostras y los mejillones.
Las ostras del Delta del Ebro son apreciadas por su sabor delicado y su textura suave. Se cultivan en las aguas salobres (combinación de agua dulce y salada) y ricas en nutrientes de la desembocadura del río Ebro, lo que les brinda un carácter distintivo: según la opinión de los expertos, con un sabor «a mar» menos intenso pero muy sabrosas.
Los mejillones son el otro producto destacado del Delta del Ebro. Se crían en bateas, que son estructuras flotantes ancladas en el mar. Las aguas del delta son ricas en fitoplancton y plancton, que son el alimento principal de los mejillones. Esto contribuye a su sabor y textura distintivos. Los mejillones del Delta del Ebro son reconocidos por su tamaño, su carne tierna y su sabor intenso.
Cabe destacar que la producción de ostras y mejillones en el Delta del Ebro también tiene un impacto positivo en el ecosistema local. Los cultivos de mariscos actúan como filtros naturales, mejorando la calidad del agua al eliminar los excesos de nutrientes y contribuyendo a la conservación de la biodiversidad marina.
Tras un pequeño trayecto en barca desde el puerto de San Carlos de la Rápita, desembarcamos en la batea de Musclarium, en donde tras una interesante charla sobre el cultivo de las ostras y mejillones nos ofrecieron una degustación de ambos productos y cava.
Una zona preciosa el Delta del Ebro a la que quiero volver para conocer más profundamente.