Una de las opciones más deseadas para un viaje a Egipto, incluye unos días de crucero por el Nilo, desde Luxor a Aswan (o viceversa).
Hmm… Crucero… Nilo… a priori suena muy bien: viajas mientras duermes, tienes una cubierta con piscina y tumbonas para disfrutar de las vistas…
Pero.. ¿qué es lo que no te cuentan?
1.- Barcos encendidos 24/7:
Los barcos, aún atracados en puerto, están constantemente encendidos. Quemando diesel, haciendo ruido, vibrando e inundándolo todo con un olor a CO2 que se te queda pegado durante todo el viaje.
2.- Vistas:
Cierto que cuando navegas las vistas son muy chulas, tanto desde la habitación como desde cubierta, tal y como muestra la foto:
Pero…. las vistas en casa del pobre duran poco. Muy poco.
Entre que se navega de noche y que se pasa mucho tiempo atracado, las vistas más habituales (en el mejor de los casos) son estas:
Y en el peor de los casos estas:
3.- Y tras la foto anterior muchos os preguntaréis… ¿cómo es posible?
Bien, en Egipto viajas siempre en Convoy. Los barcos van “juntitos”
Y a la hora de atracar, pues se colocan 4,5 ó 6 barcos en paralelo. Esto implica dos cosas: que si estás en el último barco, para bajar a tierra tienes que atravesar el resto de barcos. Y, claro, a no ser que estés a babor del último barco, tus vistas son la ventana del barco de al lado.
Esta imagen representa el atraque en paralelo egipcio ante el Templo de Kom Ombo
4.- Barcos Viejos
Una vieja leyenda urbana dice que estos barcos son los que usaban los faraones para visitar sus dominios…
Coñas aparte, los barcos son muy muy viejos. Algunos parcialmente renovados por dentro, pero muy viejos y cero ecológicos.
En estas 2 fotos se puede ver el humo negro que emiten.
5.- No todo es malo
Evidentemente, he puesto lo menos bonito.
Pero hay muchas cosas positivas, como el siguiente video en el que vas navegando y escuchando a los imanes llamar a la oración.
O las vistas del templo de Kom Ombo ya al anochecer desde la cubierta superior del barco:
El paso de la esclusa de Esna es otra de esas cosas que no se hacen todos los días. Salva unos 10 metros de desnivel para evitar unas antiguas cataratas y poder así permitir la navegación.
También es muy interesante observar la vida que hay en las orillas. Próximamente pondré un post sobre este tema
Necesitaríamos 3 vidas para borrar la huella de carbono de estos 4 días en el barco, pero está claro que Egipto mola y es un viaje que hay que hacer sí o sí.